El domingo fui a casa de mis padres a darles los libros que les había comprado para Sant Jordi y, de paso, hacer un poco el papel de hija. El caso es que me regalaron un par de libros, pero acabé llevándome 53.
Curioso, ¿no?.
Mi madre me preguntó por un libro que creía que no le había devuelto. La ayudé a buscarlo (efectivamente, lo tenía guardado ella) y empecé a encontrar libros míos escondidos en todas las estanterías. Me llevé unos cuantos, y dejé otros (que a pesar de que eran míos mi madre se negó a soltar). Están en una maleta en medio del recibidor.
Y me dá pánico empezar a ordenarlos, por si me entran ganas de volver a leerlos todos.
El viernes fuimos a cenar a casa de unos amigos que nos ofrecieron para cenar croquetas redondas y huevos cuadrados. Sin ánimo de desmerecer la cena, lo mejor, como siempre, su grata compañía...
Qué cosas...
Alba Celaya salta con Bamby en abril de 2023
Hace 1 año
2 comentarios:
Sólo dejo este mensaje para dar fe de mi envidia cochina.
No por los huevos (ni me gustan, ni los veo cuadrados -se admiten varias interpretaciones), sino por la compañía (la de los libros, y la otra).
Una, que se lo monta bien... Muchos besos a tí y a tus pucelitas :*
Publicar un comentario