16.5.06

Buenas nuevas

Pues sí, por fin una buena noticia :)
El lunes me incorporo a mi flamante nuevo trabajo en Caixa Terrassa. Ha sido un proceso de selección bólido (de hecho, aún no lo he terminado), pero el entrevistador de hoy se ha mostrado muy comprensivo conmigo. Le he planteado que tenía otra oferta y que quería saber mis posibilidades reales. Y me ha propuesto empezar el lunes. Eso es eficiencia, sí señor.
Va en serio; aunque el sueldo no sea para tirar cohetes (la otra oferta era por casi el doble) por fin tengo una perspectiva estable y cómoda, que me va a permitir hacer mi vida y seguir viviendo. Además, me han asegurado que hay muchas posibilidades de promoción, y eso a mí me encanta :).
Eso sí; la primera en la frente. La semana que viene es de cursillo intensivo, de 8 a 20h. en Terrassa. Creo que voy a buscarme una pensioncilla ahí cerca, que si no me toca salir de casa a las 6 cada día...
Bueno, lo dicho; seguiremos informando.
(¡¡¡Que-contenta-stoyyyyyyy!!!)

13.5.06

Picaflores

Soy víctima de una extraña malcición: prácticamente todo me interesa. Va en serio; cualquier cosa de la que se hable, si mi estado de ánimo es el adecuado (cosa que sucede con frecuencia) me resulta interesante, consigue atraparme, me invade la sesera por un rato.
Esto tiene ventajas e inconvenientes. Una de las principales ventajas es que, mientras den un reportaje sobre cualquier tema por la tele o tenga un libro a mano, soy muy feliz. Lo mismo da si es sobre historia, física, química, botánica o encaje de bolillos. El principal inconveniente es que me acabo sintiendo una picaflores, sabiendo un poco de todo y mucho de nada.
La mayor parte del tiempo me resigno, pero hay veces que me desespera entender todo lo que me falta por saber. Porque, como es lógico, el tema (el que sea) me interesa, y a penas he empezado con él.
La reflexión, supongo, me lleva a uno de mis muchos miedos; la mediocridad. Muchas veces me siento mediocre; ni tanto ni tan calvo, la lista entre los tontos y la tonta entre los listos. No sé si alguna vez habéis experimentado esta sensación, pero si te paras mucho rato en ella, da como vértigo.
Siento que tengo un montón de puertas abiertas y no me decido por ninguna, me contento con mirar desde ese limbo.
El tema tendría fácil solución si fuese capaz de imponerme prioridades y decidirme a explorar todos los caminos, uno por uno, hasta tener suficiente. Pero es que todos me llaman y nunca sé por cual decidirme, y siempre, sin excepción, hay otro tema.
Y así paso la vida; abriendo puertas y echando vistazos a todo.
Vaya cosa por la que sentirse angustiada...