28.7.07

Debo ser una jardinera del recopón bendito.

Si no, no sé como explicarme esto...



Gracias, Koke y Fer. Le estoy buscando nombre a la planta.

27.7.07

Pocas luces

Media Barcelona ha pasado casi tres días a oscuras, la menda lerenda entre ellos. Y eso, para mí, ha tenido sus cosas buenas, malas y chungas, a saber...

Lo bueno. Han sido tres días de sentirnos unidos (aunque fuera en el cabreo) con nuestros vecinos, de caceroladas, de pasar tardes y noches con los colegas y con mi marido a la luz de las velas, de leer bastante y de dormir más. No parece tan terrible.

Lo malo. Todo lo que tenía en la nevera y el congelador a la basura. Me repatea mucho tirar comida, y tenía guardadas muchas cosas y muy buenas. Moraleja; no dejes para mañana loque puedas comer hoy.

Lo chungo. No voy a poder reclamar a mi seguro los 200 € que me corresponden por la comida perdida ni por las veces que hemos tenido que comer fuera, ni a Fecsa por el tiempo sin servicio ni las molestias, porque los técnicos que nos rehicieron las instalaciones de la luz "olvidaron" presentar el boletín y, amigos, estamos en situación irregular. Eso sí; os aseguro que yo voy a cobrar de alguien. Que empiecen a temblar.

Hasta ahí puedo contar... de momento.

21.7.07

Sugerencia

Debo reconocerlo; últimamente me cuesta bastante esfuerzo ponerme a bucear por la blogosfera.
Esta es una petición que podéis pasar por alto, pero... ¿Por qué no sindicáis vuestros blogs? A mí me iría de perillas poderos fichar a tod@s...

20.7.07

8 cosas que probablemente no sepas sobre mí

Este es el regalo que Fantine me deja en su blog; un reto para que os sorprenda. A ver si lo consigo...

Reglas:

A. Cada jugador comienza con un listado de 8 cosas.
B. Tienen que escribir esas 8 cosas en su blog y junto con las reglas del juego.
C. Tienen que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar y anotar sus nombres o el nombre de su blog.


Y empiezo...

1.- Creo que no hay un día en que no piense en mi abuelo. Le quería horrores. A pesar de que con el tiempo su imagen se va difuminando no olvido la sensación de paz que me transmitía, ni sus inmensos ojos azul eléctrico, ni su calidez. Recuerdo los veranos en la playa, sus pequeños gestos de coquetería, cómo me enseñó a nadar y a cazar mejillones y la pulcritud de su escritorio. El último beso que le dí fué cuando estaba ya en el féretro, antes del funeral. Besé su frente fría y mientras le acariciaba el pelo le deseé un buen viaje, y le prometí que jamás le olvidaría. No creo que pudiese romper esa promesa aunque lo quisiera. Tal vez algún día reúna valor para colgar aquí el escrito que le regalé por su último cumpleaños.

2.- Fantaseo un montón. Tengo tanta práctica en ello que, mientras, puedo ir haciendo otras cosas. Alguna vez se me ha ocurrido compartirlo con alguien como método de relajación. Desconecto y me translado mentalmente al sitio en el que me apetecería estar (Rio en plenos carnavales, y yo siendo la reina, o en un balneario recibiendo todo tipo de mimos, o en un refugio de alta montaña al amor de la lumbre de una chimenea, o tostándome en una playa caribeña con una piña colada en la mano....), haciendo lo que me viene en gana en ese momento. Perfilo todos los detalles que puedo; texturas, sonidos, olores, sabores, temperaturas... Es muy gratificante. Y además sale muy barato.

3.- No puedo "ir" al baño sin poner el calentador. Y esta es una primicia de aire proctomántico; Da lo mismo si s invierno o puro verano. Si no tengo el zumbido del aparatito ese es que no lo consigo. Evidentemente el entorno debe acompañar; puerta cerrada y nadie cerca, ni hablándome, ni un teléfono sonando. Yo sin tiempo y calor no soy nadie.

4.- Tampoco puedo dormirme a gusto si no estoy tapada. Hasta el cuello. Y mejor aún si es con algo un poco pesado; una simple sábana de algodón no sirve. Tengo a mi marido frito... O más bien asado, de hecho.

5.- Creo que soy algo hipocondríaca. Bueno; igual no es exactamente así. El funcionamiento de las cosas en general, y del ser humano en particular, me produce tanta curiosidad que debo (y digo debo) informarme sobre ello, aunque sea sólo un poco. Una vez investigado sobre el asunto enconcreto, sintomatología, posibles antecedentes familiares o de conocidos, etcétera, no puedo por más que sentir que yo también puedo sufrir de eso.

6.- Soy mala. En el fondo soy mala de andar por casa, porque no le deseo (demasiado) mal a (casi) nadie, pero mucha gente se sorprende cuando desato mi lado más cruel, sádico y vengativo. Porque lo tengo, y da mucho suto.

7.- No soporto llorar en público. Al menos entre gente que conozco. Una vez me puse a llorar en medio de un tren atestado de gente; de pura pena, de puro dolor, pero eran lágrimas serenas y liberadoras. Iba sola (todo lo sola que se puede ir en un tren de cercanías lleno), y la gente de mi alrededor me miraba raro, y hubo hasta quien se interesó largo rato por saber si estaba bien. Les contesté que sí, que pocas veces en mi vida me había sentido mejor (cosa absolutamente cierta). Sin embargo, cuando lloro en casa (y no es por una película u otra tontería por el estilo) corro a esconderme de mi marido. El pobre nunca lo ha entendido, aunque lo respete.

8.- Me considero una completa ignorante. No diría que me crea tonta, pero hay veces que me siento así. Vivo rodeada de gente con grandes conocimientos y/o habilidades, gente que (al menos) aparenta estar en paz, sentirse bien, y les envidio profundamente. No sé, creo que debe ser muy reconfortante. Yo no puedo más que sentir un inmenso vacío en muchos sentidos, algo similar a lo que describe Amélie Nothomb en su libro Biografía del hambre, solo que en menos pedante.

Y con esto y un bizcocho les paso el testigo a Beor, Chikago, Duende, Hari, Oniric, Peluche, Porrón y Pucela. A ver con qué me sorprenden...

11.7.07

Muchos días

Es cierto, hace una eternidad que no actualizo.

Excusa nº 1. He tenido problemas varios con el traspaso de los servicios de telefonica a mi nuevo número de teléfono.
Ya se sabe, una cosa que debería ser fácil y rápida se ha convertido en un calvario, todo gracias a la eficiencia de su servicio. Todo ello, claro, hasta que encuentras a alguien que sabe saltarse el guión (¿Ha reiniciado el router? A ver, que lo que quiero es asociar la url de mi ftp a mi nueva línea... Ya, pero... ¿Ha reiniciado el router?). Por fin todo se solucionó.
Excusa nº2. He andado liada. Desde que dimos por cuasi-terminado el piso la cosa ha ido del orden de dos cenas de inauguración por semana, más mi cumple (ya le voy viendo las orejas a los 30...), más cumples de amigos (que parece que todo el mundo haya nacido por estas fechas, coñas), exámenes del trabajo (sí, exámenes, de los que requieren estudiar), más otras miles de cosas.
Excusa nº3. En el fondo todo lo que puedo contar es lo de siempre, aunque con matices.


Las cosas en el trabajo van, en realidad, bien. La apoderada está de vacaiones y me ha quedado todo mi trabajo, todo el suyo, y una parte del del director, que parece que esté ya en plan prevacacional... Aunque en plena actividad (suya) tampoco sea de demasiada ayuda.
Hoy he recibido una felicitación "formal" por su parte (así lo ha puntualizado él mismo) por haber tramitado en dos días un expediente que a ellos les habría costado algunas semanas, y por llevar las rúbricas que son de mi responsabilidad en la oficina por encima de objetivos desde primero de año. Espero que esto se traduzca en una buena valoracióna finales de año, porque de ello va a depender mi variable y empezar a levantar el dedo para alejarme de la terminal. Veremos...
La peor parte es pensar que hoy quedan exactamente dos meses y un día (una eternidad) para poder comenzar las vaciones.
No pienso despedirme sin contar que tengo mis plantitas preciosas, que mis gatos están para comérselos, que mi marido está ensayando para ser nombrado hombre del año (serán los polvillos que le echo en la comida) y que mi piso es precioso. Bendita rutina...