26.6.06

A diario

Cada día me resulta menos extraño mi nuevo trabajo. Ya voy conociendo a los asiduos y estoy más familiarizada con la operatoria diaria, aunque aún hay cosas que se me escapan. Cómo no, hay muchas cosas aún por aprender.
Pensaba que se haría más raro. Al fin y al cabo el trabajo es radicalmente distinto al que venía haciendo hasta ahora, pero como hay mucho que hacer me mantengo ocupada y casi no tengo tiempo para pensar. Es una experiencia muy reconfortante. Ya veremos si en un tiempo sigo pensando así...
Entre una cosa y la otra ha llegado el verano. Hace mucho calor y los días son largos. Supongo que eso también hace más llevadero lo de levantarse temprano. No quiero pensar cómo va a ser en invienrno, cuando vaya a trabajar siendo aún de noche...
Todo mi cuerpo anda ajustándose a los nuevos horarios. Las pastillas que tomo para la migraña no ayudan demasiado, porque me dejan KO y me provocan habre (mucha habre). Suerte que en un mes paro. Espero que los dolores de cabeza no vuelvan como suelen y que mi gula pare un poco, que a este paso saldré rodando en breve...
No sé, no ando muy locuaz ultimamente. Supongo que hay tantas cosas y cositas que me abruma ponerme a escribir. A ver si el calor hace remitir esta dichosa pereza...

7.6.06

Una semana y media

Ya hace una semana y media que me he incorporado a mi nuevo trabajo. La verdad es que tiene bastante más miga de la que imaginaba; no se me había pasado por la cabeza que en una caja se podían hacer tantas y tantas operaciones distintas... Pero aprendo mucho, y me voy defendiendo.
El único gran problema es que no consigo acostumbrarme al horario. Esto de levantarse por la mañana antes de las 7 es como una tortura cada día. Algo tenía que tener, el curro este...
Voy con retraso en la preparación de los exámenes, en las listas de correo y con las tareas de casa. Y no consigo ponerme al día aunque lo intente. Tal vez por eso escribo menos. No sé, igual ha sido la promavera o este dichoso constipado...

3.6.06

Cadena literaria

Rapun me pasa el testigo de una cadena literaria. Buena idea, oyes. Ahí van tres de mis apuestas, también descargables ;)


Drácula, de Bram Stoker: Aunque pueda pecar de ir a lo conocido, este libro es muy grande. Olvidáos de la peli, que aunque sea muy entretenida, no tiene el encanto de esta virguería.

Rimas y leyendas, de Bécquer: En algún momento de mi vida he llegado a saberme unas cuantas; ahora casi prefiero olvidarlas para poder redescubrirlas cada vez que lo releo. Son joyitas de papel y tinta.

El pasillo de la muerte, de Stephen King: Olvidaos de todo lo que hayáis leído de este autor y vagad por sus páginas. Sin olvidar lo misterioso y sorprendente, es un libro de increíble dulzura. Estoy contenta de cómo lo trató el cine.


Sé que tengo millones de cosas por contar... En cuanto pueda, lo hago.

EDIT: ¡Por cierto! les paso el testigo a Fantine y a Lumen.