31.1.06

"Escurrialles"

Mañana empiezo en mi nuevo trabajo. Lo cierto es que me hace mucha ilusión y tengo grandes esperanzas, pero no puedo negar que me da mucha pereza. Sí, sé que suena raro, pero sucede que cada vez que empiezas en un trabajo nuevo debes adaptarte a los nuevos compañeros, los nuevos jefes, otra forma de hacer, otra gama de productos... Y eso requiere de mucha energía. Por suerte o por desgracia será mi tercera empresa en tres años. He destinado un montón de energía a cada uno de estos puestos, y llega un momento en el que me siento cansada y asqueada de tanto movimiento. Espero que esta vez valga la pena.



Mañana, también, sabré las notas del semestre pasado. Si todo va bien este que viene será el último semestre que hago de empresariales. Me quedan cuatro asignaturas y voy a ir a por ellas; a la yugular. Ayer me reí un montón con un mail de mi tutora en el que me decía que esto eran ya las "escurrialles" de la carrera (no sabría traducir esta palabra al castellano, pero viene a ser como los restos). Os aseguro que al leerlo se me puso la piel de gallina. En otro mail me mandaba las advertencias para que no haya ningún problema en conseguir la titulación en junio. A la que se despisten, con el papelote en la mano, voy a montar una fiesta sin precedentes.



A parte de esto todo sigue como siempre. He comprado un álbum de fotos, porque el otro día revisando el mío de pequeñilla, vi que las páginas se iban estropeando y las láminas de plástico rompiéndose. En momentos como este te das cuenta de que los años van pasando y que, de una forma inocente, empiezas a contar por lustros. Irreparabili tempus fugit, que dicen... A lo que yo respondería que me quiten lo bailao.

20.1.06

¿Desea dominar el mundo ahora?



No, megalomanías las justas. Pero sí es cierto que me siento especialmente bien por una serie de motivos.

En primer lugar ¡tengo trabajo nuevo!. Es un puesto que me hacía mucha ilusión en una empresa bastante grande y con buenas perspectivas, además de con un horario más cómodo (será el primer sitio en el que no tengo que trabajar los viernes por la tarde y con jornada intensiva en verano) y para colmo, bastante bien remunerado. Va a ser especiamente duro, lo sé, pero creo que puedo afrontarlo. Al fin y al cabo es bien sabido que me va el cuero.

Además mañana mismo termino con los exámenes. El que me falta es de inglés, por lo que ni me he preparado. Y si todo va bien, en un semestre más finiquito de una vez la carrera.

Por si fuera poco cada vez me descubro un poco más enamorada de mi marido. Casi nueve años juntos y aún es capaz de sorprenderme con una tontería nueva que me hace reir, con un detallito al final del día o mostrándome todo su apoyo en las mil y una empresas en las que me meto. Este hombre vale un imperio pero, señoras, está casado. Conmigo, además. En el fondo casi no me lo creo.

Cada vez me siento un poco mejor y sí, tengo la impresión de poder comerme el mundo para merendar. Es de aquellas veces que parece que la vida te lance un guiño. Y he estado ahí para recogerlo. Y, además, pienso explotarlo.

11.1.06

Teletipos; Enero

Ha empezado el 2006. Seguro que esta primicia os deja desconcertados, pero voy a superarla.
Estoy de exámenes. Los días 14 y 21 del presente me examino de las asignaturas que llevo este semestre y, si todo sale bien, en junio haré los últimos exámenes de empresariales. Sinceramente, y en confianza, os diré que tengo unas ganas locas de terminar, porque mi determinación es grande, pero empiezo a estar ya muy cansada.
He pasado un fin de año genial. He estrenado 2006 con mi marido y con unos amigos en una fiesta íntima y tranquila, y me ha gustado mucho. Será que me estoy haciendo mayor, pero cada vez aprecio más la buena compañía y un ambiente propicio para disfrutarla.
Con un grupo de gentuza hemos decidido que, en cuanto nos lo podamos permitir, haremos una incursión a Madrid. Espero que sea pronto; me apetece mucho.
... Y poco más. Bueno, eso es mentira; hay un montón de cosas que me gustaría escribir, pero mis apuntes de Sistema Fiscal me miran acusadores desde aquí abajo. No veas cómo intimidan, los cabrones...