8.9.08

San Viernes

Esta semana tengo más ganas de las normales de que llegue el viernes. Creo que puedo resumir los dos motivos principales.

El primero es que van a mandarme de nuevo a una oficina en la que no estoy nada a gusto. No es algo que me suceda solo a mí; ahí se ha producido (de hecho está vigente) una baja de larga duración de una persona que no quería trabajar en ese equipo. Bueno; en realidad no es una cuestión de equipo, sino de una sola persona, que es capaz de emponzoñar el ambiente de mala manera, convirtiendo las jornadas laborales en un auténtico infierno.
- Ok, vale, tú y un manta que se ha cogido una baja. Eso no demuestra nada, a parte de que tienes la piel muy fina. - Pensará algún avispado. Pues no, no es exactamente así. Porque resulta que la gente que coordina el equipo de soporte (que es como se llama mi equipo, porque suena más fino que "sustituciones") es exquisitamente sensible a las peticiones que le hacemos, y cuando he llamado para comentar, como el que no quiere la cosa, que si no había ningún compañero que pudiera ir a hacer esa sustitución esa tarea de soporte me ha preguntado directamente si era para apuntarme a la lista.
- ¿Qué lista, guapa?
- La lista de gente que no quiere no oir hablar de esa oficina.

- Oh, yeah.
... Y resulta que la lista la forma el equipo de soporte al completo, más parte de la planilla fija de otras oficinas.
En resumidas cuentas; hemos quedado que iré yo, en principio esta semana, o hasta finales de mes... O hasta que encuentren a otro/a incauto/a que quiera meterse en la boca del lobo.
En realidad toda esta situación me entristece profundamente. Yo ya he pasado por ahí, y en su momento vi claro que no podía afectarme si yo no lo permitía. Pero sucede que aquella vez sí que me afectó, exactamente igual que me afectó cuando me quedé en aquella oficina casi dos meses antes de vacaciones. Ahora mismo mi situación es distinta, y mañana voy a ir como a cualquier otra oficina, a comerme el mundo... Pero seguiré esperando la llamada que me saque de ahí, lo sé. Y me repatea.
Por otra parte me molesta profundamente que, aunque casi todo el mundo sepa que hay un sub ser capaz de provocar cuanto he descrito (y que a parte de amargar la vida al personal causa un perjuicio económico directo a la empresa, que no olvidemos las bajas se pagan pero no producen) NADIE de entre los altos círculos se de por aludido. Y conste que creo que hay múltiples opciones para solucionar el asunto; desde pagar un plus (que debería ser cuantioso) por acceder ir ahí hasta que le paguen un buen psiquiatra al individuo/a en cuestión. Salud para todos, oiga. Y alcohol y drogas a cargo de la empresa, qué cojones.

Por otra parte el viernes está previsto que Imperator vuelva. Creo que no soy capaz de expresar las ganas que tengo de que eso suceda, ni cómo estoy echándole de menos. Para eso habría que crear nuevos órdenes de magnitud.
Supongo que parte de tanta espectación se debe a que, en realidad, hace como quien dice tres días que estamos juntos y aún no hemos tenido tiempo material para acostumbrarnos a estar juntos. Cada reencuentro es una fecha señalada, y cada "hasta luego" es asqueroso, y más cuanto más lejos queda el "luego".
Esta vez, además, no va a volver solo; Barbián va a acompañarle. Nos espera un duro proceso de adaptación y presentación, de cuadrar el círculo y aguantar llantos nocturnos... De tres gatos (ojo al dato) y el bebé de los vecinos. Algo como lo del vídeo es casi casi lo mejor que va a suceder. A pesar de eso tengo ganas de tenerles a ambos aquí, y de que, como quien dice, hayamos terminado con la mudanza.
Lo único que lamento profundamente es que, con toda la movida de gatete, seguramente no podré encender la galaxia de velas que quisiera que le recibieran en casa, ni tener preparada ambrosía para la cena. Tal vez la sencillez tenga que pasar a formar parte del encanto del día a día. Y yo me doy gustosa con un canto en los dientes con eso. El glamour de ir a hacer la compra al Mercadona o limpiar el piso forman parte de la vida de casi todos.

Esta pasada ha sido una semana provechosa; me he reincorporado al trabajo y lo he llevado bien, he hecho un montón de cosas y lo he pasado bien con mucha gente. Pero ahora quiero que sea como sea, por fin, llegue el viernes.

4 comentarios:

la que no encuentra su sitio dijo...

Ya queda un día menos ;)

Anónimo dijo...

Pues pide el traslado y vente pa' Madrí, prima. Aunque sé de uno que trataría de abrirse las venas en canal, los demás lo celebraríamos con buen vino ;-)

. dijo...

lqness; Oh sí. Y con un jueves de fiesta entre aquí y el viernes. Cuatro días con sus cuatro noches. Ains.

Molecula; No te creas, que me juego algo a que para volver a Madrid no me montaría un drama. Bueno, sí, se cagaría en todo y soltaría frases de esas 8/6 (ocho palabras; seis tacos + "en la" o "de su") pero juégate algo a que se le pasaría rápido XD.

Imperator dijo...

Aquí el uno:

Pues sí, me cagaría en tó lo que se menea, pero como la mudanza la pagaría el banco de Nur, me cagaría poco. Los gatos lo iban a pasar peor que yo.

Nena, no sabes las ganas que tengo de volver contigo. Y lo de tu curro lo arreglaremos de la manera que sea, por expeditiva que sea.

Sobre los gatos... es probable que Barbián reduzca el número de gatos y la dimensión del problema :P En serio, esta hecho de Satán puro: es inmune a las drogas, provoca alergia a gente que no tiene alergia...

Te veré pronto, preciosa.