Ahora que tengo taaanto tiempo muerto (es un decir) me estoy dedicando a aprender algo que siempre me llamó la atención, pero a lo que nunca me dediqué; hacer bisutería con cuentas de cristal.
Será cutre, la tía. Seguro, lo reconozco. Pero para mí es terapéutico; me mentiene entretenida. Además tiene otro efecto. ¿O es que nadie se acuerda ya de cuando era un niño?. Yo recuerdo que veía una vida llena de colorines, brillante, ordenada, bonita. Y creo que todos hemos creído que lo era en algún momento, por fugaz y lejano que sea. Yo pienso en eso mientras enfilo pacientemente piececitas de cristal de colores.
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