Las Parcas que han tjido mi tapiz debían estar aprendiendo el oficio. O eso o lo hicieron cuando volvían de copas. Está lleno de nuditos. Los días nublados, por ejemplo; no hay derecho que me toquen tantos seguidos. Aunque de vez en cuando hacen un buen remate y el destino me trae cosas maravillosas. Creo que, si finalmente me lo dan, lo colgaré en el comedor, e iré siguiendo con el dedo mi día a día. Hoy mejor no salgo de casa, mañana compro lotería... No prometo que el día del último nudo vayáis a verme el pelo. Ahora, el punto del día anterior espero que hable de una Graaan fiesta.
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