21.7.08

Ordenando

Hoy me he dedicado a hacer cosas que tenía pendientes. He cambiado el grifo de la ducha (con la inestimable ayuda de mi señor padre), he ido a comprar cosas de menaje y jardinería y he arreglado la mayor parte de la terraza.

Empieza a ser un poco tarde (con todo lo que me queda por hacer) para decir que voy a ir a descansar pronto, pero es casi cierto. Me duelen los riñones y estoy cansadísima. Pero es grato. Es la paliza de haber hecho algo por mí misma. Y eso es bueno.

Esta va a ser la primera noche en meses que pase sola en casa. Mis dos compañeras están de viaje, y los únicos ruidos que oigo son los que los gatos o yo provocamos. El ronroneo de la tele. Música en el ordenador. Y luego, el silencio.

Siento esto como un regalo; el de poder recuperar solo para mí por una noche lo que en un tiempo fue mi territorio. En estos tantos metros cuadrados me siento en casa. Es un espacio que he compartido; algunas veces por decisión propia, otras por obligación. En breve voy a compartirlo con Imperator, y ardo en deseos de que llegue ese día. Pero esta noche dormiré sola en casa; más sola de lo que he estado en tiempo, y la última vez que eso sucedió las cosas eran muy distintas. Días y noches como la de hoy son necesarias para poner las cosas en su sitio. Física y metafóricamente hablando. Hay veces en las que la soledad parece una condena. A veces es una grata compañera.

Creo que hoy descansaré de lo lindo. Me hace falta.

4 comentarios:

Imperator dijo...

Se necesita poder estar solo a veces para poder aguantar a la gente.

Fantine dijo...

Coincido con Imperator en que todos necesitamos nuestros momentos de soledad. Algunas personas mas que otras, pero siempre ha de existir ese momento para estar con nosotros mismos.

Y ahora a descansar, que este año te lo has ganado a pulso, reina :D

la que no encuentra su sitio dijo...

Esas soledades puntuales van genial, sirven para recargar energía y escucharte con más atención ;)

Que la disfrutes!

. dijo...

Bueno; a mí, por lo general, no me hace demasiada falta estar sola... Pero esta noche era de despedida, y de bienvenida también. Es de esas cosas que hay que hacer por una misma.