El otro día me pasé media tarde haciendo anillos. De ésos de bisutería, con piedrecitas colgando. Como diría el pirata muy cutres, muy monos. Era una tarde rara; me sentía aturdida, con demasiadas cosas en las que pensar, pero sin conseguir poner orden en mi cabeza. Así que elegí ésa terapia.
Al día siguiente regalé los anillos. Ahora los llevan varias chicas. Y no saben que en realidad en el dedo llevan mi tiempo, mis preocupaciones, mis comidas de tarro. Les encantan sus nuevos anillos.
Alba Celaya salta con Bamby en abril de 2023
Hace 1 año
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