17.1.05

- Adoro mi librería

Los que habéis estado en mi casa sabéis que hace relativamente poco hice un pequeño cambio; quité un mueble horrible con espejos ahumados, de aquellos que se llevaron en la época del antiinteriorismo por una librería de color madera clara, de las del IKEA.
Además de montarla yo (cosa que hace que la aprecie más), creo que le dá un poco de vidilla al recibidor, porque está llena de libros dispares y otros objetos inútiles, de aquéllos que vas almacenando en los lugares de paso porque nunca sabes dónde dejar.
Lo cierto es que disfruto cada vez que entro en casa y la veo, y mi mirada se posa sobre un libro u otro, y recuerdo su argumento, su historia, ése apendice de mi propia realidad que creó por algun tiempo, y que revive cada vez que lo recuerdo.
También tiene un rincón para fantasmas, libros que no he terminado de leer y que me crean el pequeño cargo de conciencia de quien sabe perfectamente qué ha omitido hacer.
Pero lo cierto es que encanta ver el caos de los lomos dispares, algunos ajados,de colores y tipos de letras, de volúmenes toqueteados cien mil veces por mis manos, y pienso que, aunque parezca infantil, no podría desprenderme de ellos.
En resumen, que adoro mi librería.

No hay comentarios: