28.4.07

Día 4. Llueve.

Supongo que todos habréis visto el anuncio de ese coche en el que se pone a llover en el interior de un piso. Bien; hoy en el piso nuevo ha sucedido eso, pero a pequeña escala. Señoras y señores, tenemos una fuga.
Creo que hoy he empleado más términos de fontanería y albañilería que en todos los días de mi vida. Debo haber hablado de bajantes, codos, poros y demás como aquellas quinientas veces. Y todo ello mientras achicaba agua.
Y todo ello sucede, como Murphy sabe perfectamente, un viernes antes de un puente.
La parte mala, evidentemente, es que toca estar al loro de ir cambiando cubos y vaciarlos a intervalos regulares. La parte buena es que no pienso preocuparme de pintar la cocina, el baño ni el fregadero. Y que he conocido a casi todos los vecinos de la finca, que se han mostrado encantadores y encantados de conocernos y de opinar que aparentamos ser gente normal, no como los anteriores inquilinos.
Ais, hoy ando un poco desanimada.

Por cierto, que no lo he comentado para que nadie se sienta obligado, pero si alguien piensa aburrirse estos días puede pasarse a echar una mano ;)

27.4.07

Dia 3. Adios a lo viejo.

La verdad es que es una gozada ver como el piso se va transformando, casi como si tuviese voluntad propia y deseara que eso sucediese. Hoy lo hemos vaciado. Casi completamente. A parte de las paredes y el alicatado, solo queda lo que hemos ido dejando nosotros, unos muebles bajos de la cocina (no hemos tenido valor para quitarlos porque sujetan el mármol, pero les doy hasta el lunes) y un montón de suciedad, cortesía de los anteriores inquilinos y de varios meses de abandono. No quedan ni siquiera la mayor parte de los enchufes que, cosas de la vida, han sido misteriosamente arrancados en algún momento anterior a nuestra llegada. Otro gasto inesperado.
Ayer fueron los electrodomésticos y hoy han sido los muebles. Ya los hemos elegido y pagado (qué maravilla, ese ficticio dinero electrónico), y ahora queda limpiar, pintar y empezar a arreglar los desastres de las instalaciones.
Me quedo absorta en ese espacio vacío, el espacio de pedazos de estancias que probablemente tardarán mucho tiempo en volver a ver la luz directa del sol. Cada cachito de pared respira aliviada, amarándose de aire fresco y de ilusiones.
Está siendo una labor de titanes, pero con titanes como los míos ahora mismo no envidio a nadie.

25.4.07

Dia 1. 40 bolsas.

Primer día después del contrato. No os podéis imaginar qué movida. Al final mi madre y marido se han cogido fiesta para ayudarme a jornada completa, mientras mi hermana y mi padre lo han hecho el rato que han podido.
En resumidas cuentas; lo que iba a ser la dura batalla de mí misma contra toda la mierda que había en el piso (que, sin exagerar, estaba de mierda hasta arriba) se ha convertido en un todos a una. Y aún suerte.
Hemos sacado de ahí 40 sacos industriales de porquería de los tipos y orígenes más variados. Desde gayumbos sucios a comida podrida. Absolutamente de todo. Así que entre otras cosas nos hemos encontrado con otra serie de bonitos gastos adicionales, como por ejemplo cambiar la cocina entera.
Según me han comentado una vecina y el portero resulta que los anteriores inquilinos eran unos cerdos. Vivían en unas condiciones deplorables y rodeados de basura, tanta que han causado una plaga de cucarachas en la escalera. Además causaban problemas en la comunidad, no pagaban alquiler ni los suministros, y al final vivían sin luz, gas ni agua corriente. Imaginaos cómo ha quedado ese piso. Lo de menos eran los reguerones de cera por todas partes; se han cargado el cuadro de luces (o eso parece), quemaron media cocina y dejaron el cuarto de baño tan asqueroso que daba auténtico asco. Creo que aunque las fotos hayan salido bien os la ahorraré. Creedme; os hago un favor.

Y mañana más. Estoy contentísima y hecha unos zorros. Valdrá la pena; palabrita.

22.4.07

¡Ole!

¡¡¡El lunes firmamos el contrato del piso nuevo!!!
No, no es el mismo del que os hablaba. Este es un poco menos espectacular, está hecho un desastre y a dos porterías de casa de mis padres.
Pero es un piso amplio, con buena distribución y mucha luz en comedor y dormitorio principal.
Estoy absolutamente eufórica, aunque un poco asustadita. Me queda mucho trabajo por delante. He cogido un par de semanas de vacaciones para poder dedicarle tiempo a la limpieza, las altas de los servicios, la pintura, las chapuzas varias...
Bueno, ya iré glosando la odisea.

19.4.07

Un día de estos aprenderé...

Un día de estos aprenderé a no enervarme cuando alguien que quiere que le des la razón no está dispuesto a razonar contigo.

Mientras, a falta de mejor solución, me enfurruño.

17.4.07

Trabajo en un banco

Sí señores, soy consciente de que eso suena aburrido de solemnidad. No es emocionante, hay mucha burocracia y, si te guías por lo que hacen la mayoría pareces un pescatero "despachando" dinero.
Pero, aunque pueda parecer pedante, a veces me parece que lo que yo hago es distinto. Supongo que tendrá mucho que ver con el hecho de que yo quiera sentirlo distinto, pero así es. Lo paso bien atendiendo a los viejecitos, charlando con ellos, conociendo su vida y preguntando por sus familias. Me gusta hablar con la gente joven que pasa una vez al año por la oficina, intentar facilitarles la vida y echarles un cable en lo que pueda. Disfruto aprendiendo, sembrando un caos controlado por la oficina, haciendo un montón de cosas que se supone que no son de mi incumbencia y distendiendo el ambiente con mil bromas inocentes.
Me ha costado varios meses hacerme a la idea de que yo también puedo tener una estabilidad laboral, y eso ha llevado a calmar otros aspectos de mida. Ahora sí puedo hacer propósitos y tomarme mis metas con filosofía; sin prisa pero sin pausa, viendo la zanahoria un poco más cerca a cada día.
Voy al trabajo con alegría y con ganas de hacer la vida un poco más fácil a todos. A mí la primera.
Me paro a oler las flores. Y hoy me he saltado la dieta tomando el primer helado de la temporada, disfrutando del sol y la brisa marina de la tarde. Todo un homenaje pa mi cuerpo serrano.
Me gustaría tener un punto para este capítulo de mi vida.

16.4.07

¡Por fin!

Hoy ha salido el sol. Será que ha decidido quitarse el abrigo de borrascas y darse un paseo por la ciudad, pero lo cierto es que ha conseguido alegrarme el ánimo, me ha besado la piel y me ha hecho achinar los ojos.
Me gusta el sol y el verano. Me gusta liberarme de las mangas largas y tomar una cerveza en una terraza leyendo un libro, cotilleando como la peor de las marujas qué hace la gente cuando sale a la calle, y divagando sobre cualquier cosa o sobre nada en concreto.
Me gusta que el anochecer no me pille encerrada en casa y disfrutar de los perezosos ocasos e imaginar las primeras estrellas a mi espalda. Y me gusta como la luna, en algunas tardes, se deja adivinar en un cielo azul jironeado de sombras violetas.
Me gusta empezar a pensar en tumbarme al sol y dedicarme curtir mi piel hasta sentirla tirante, y permitir que mi carne se llene de energía mientras me adormezco y sueño en colores brillantes, como con una pátina de plata y reflejos cristalinos.
Me encanta ver a mi marido rojo langosta, cómo su pelo se aclara a ojos vista y como destacan sus ojos verdes en ese conjunto de colores cálidos.
Me gustan las tormentas de verano, con sus rayos y truenos y sus diluvios golpeando con furia mi ventana, canturreando para mi como si de un fado arrullador se tratara.
Ahora sólo falta que lleguen las golondrinas. El día que me despierten con sus silbidos y me llamen desde fuera habrá llegado de verdad la primavera.

10.4.07

Hay días y días

Y yo hoy me siento así...