13.3.07

Lo sé...

Lo mío no tiene nombre. No hago más que pregonar a quienes me preguntan que estoy viviendo un momento muy dulce de mi vida; tranquilo y sosegado, sin estrés ni malos rollos... Y resulta que me da pereza contarlo.
No sé, tal vez es una forma de egoismo; cuando las cosas van mal me pongo a escupirlas donde no duelen (aquí, por ejemplo), pero cuando van bien me las guardo para mí, para disfrutarlas yo solita.
No tengo remedio.
O tal vez es que no estoy acostumbrada a hacer de la paz lírica.
Al turrón, como dicen aquellos:
  • La família y amigos; todos (más que menos) bien. Hombre; siempre hay quien está pasando un momento difícil, y siempre hay quien está mal de salud (los abuelos, pobrecicos, están muy mayores), pero es una temporada bonita. Muchos más encuentros que desencuentros, pequeñas o grandes esperanzas (las hay a la medida de cada cual) y, ante todo, muchas risas y buenos ratos. Sí, sé que debería haber llamado a un montón de gente pero, al fin y al cabo, si no pudiesen vivir sin mí ya habrían cogido ellos el teléfono. No sé, tengo la impresión de que quien de verdad quiere hablar conmigo ha descubiero que casi nunca apago el movil y que devuelvo las llamadas. Y por aquí hay testigos.
  • En el curro la cosa va a pedir de boca. La verdad es que con el cambio de director la oficina ha tomado otro aire; me toca hacer muchas más tareas administrativas y me dedico menos al asesoramiento. Esto, como todo, tiene sus cosas buenas y malas. Por una parte es más aburridito, por otra parte es todo más fácil. Creo que me ha servido para recordarme la promesa que me hice a mí misma cuando cambié de trabajo; no voy a hacer de ello mi vida, porque al fin y al cabo lo que es importante para mí está fuera. Es otra forma de sacarle la cara amable al asunto. Ahora sólo faltaría que empezasen a pagar bien.
  • He empezado un nuevo semestre en la universidad, y esero que, por fin, sea el último. Si es que parece mentira que dos cochinas asignaturas se puedan enquistar de esta manera... y no por difíciles, sino por la pereza que dan, las joías...
  • Sé que va a parecer lo de siempre (lo de los buenos propósitos y esas cosas), pero he empezado una dieta y estoy yendo al gimnasio. He decidido que tengo edad de empezar a cuidarme y quererme un poco más, y creo que este puede ser un buen principio.
Por lo demás habréis notado que cambié el formato del blog. El anterior era precioso, pero me daba muchos dolores de cabeza. Igual en un rato me pongo a hacer más experimentos.
Bueno, ahora ya sabéis que soy más vaga de lo que aparento.

No me lo tengáis en cuenta por ahora ;)

3 comentarios:

Duende dijo...

Nur dijo:
>
> cuando las cosas van mal me pongo a
> escupirlas donde no duelen (aquí,
> por ejemplo), pero cuando van bien
> me las guardo para mí, para
> disfrutarlas yo solita.

Haces bien. Lo del blog no es una obligación, es para cuando a uno le sobra el tiempo. Ahora ya sabemos que si no escribes te lo estás pasando pipa, de una u otra manera.

En cualquier caso, me alegro de tu situación; que dure.

Y recuerdos al tandem marido-cuñado, que menuda paliza nos dieron a Fernando y a mí jugando a basket en la RAM.

Fantine dijo...

Que alegría tenerte de nuevo por aquí :)

Y recuerda, que para San Jordi espero que nos tengais preparado un fin de semana inolvidable. Lo dejo en tus manos y las de lumen

pititeta dijo...

La veradad es que el otro fondo era una pasada.. Me alegro de que hayas vuelto...
Una tocaya...