Demasiadas veces damos cosas por sentadas. En ocasiones, un batacazo nos desplaza de nuestro cálido y reconfortante mundo de algodones, donde todo es cómodo y funciona como lo ha hecho siempre, y como podría haberlo hecho para el resto de nuestra vida.
En otras ocasiones, cuando decides que no te convence esa cajita acolchada, toca saltar al vacío y salir de tu elemento, enfrentándote a lo desconocido, sin más armamento que un par de cojones. Al principio puede ser raro pero, quien sabe, igual terminas pillándole el gusto....
Cuidado con Oscar Pulitzer
Hace 1 año
1 comentario:
Amén.
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