26.12.05

Diciembre 2005

Últimamente los diciembres se me hacen duros. Al fin y al cabo son como las últimas horas del día, en las que haces revisión de lo que has hecho y lo que debes hacer al día siguiente, o los domingos. No sé si conocéis aquélla canción de "Counting Crows", A long December. Me recuerda al diciembre en el que murió mi abuelo, el que hizo que los diciembres empezaran a cambiar para mí. Por estas fechas no puedo evitar escucharla y pegarme una buena llantina, de esas absolutamente terapéuticas.
Y, a pesar de todo, me gustan estas fiestas. Me producen una sensación cálida de cansancio y reflexión, de alegría cuando me encuentro con gente a quien casi no veo en todo el año, de tristeza cuando pienso en lo que he dejado atrás.
Este año ha sido duro. Para el mundo en general (por las desgracias que nosotros o el propio mundo provoca) y para mí en particular. Queda muy egoísta pensar así, pero creo que en el fondo nadie puede evitar ver el mundo desde su propio entorno y, de vez en cuando, está bien mirarse el ombligo.
Tengo grandes esperanzas respecto al 2006. Sé que es una tontería pensar que en una determinada fecha las cosas van a cambiar porque sí, como si se accionara un interruptor ajeno a nosotros sin que tuviesemos que intervenir para nada, pero no es más que otra forma de confiar en el cambio que se produce de forma constante dentro de cada uno. Qué queréis, cada cual hace sus propios propósitos para el año nuevo... El mío es cambiar mi suerte (por llamarlo de alguna manera). Y es mi propósito porque creo firmemente que puedo hacer mucho al respecto, y pienso ponerme manos a la obra desde ya. Sí, también pienso escribir aquí más a menudo.


Sé que soy una mal educada y no me he dedicado a desear a mis amigos y conocidos felices fiestas y tal... Supongo que me perdonaréis porque sabéis que mi deseo es que lo paséis en grande todos los días del año, no solo por estas fechas. Así que daos todos por felicitados. Espero que lo paséis en grande, de todo corazón.

14.12.05

Diez palabras

Cualquier aficionado a la lectura caerá en la cuenta de que hay palabras bonitas por lo que significan, por lo que transmiten. Y hay palabras bonitas por cómo suenan, por su musicalidad, por su ritmo. He localizado un blog donde intentan encontrar las diez palabras más bonitas del castellano. Me quedo con las de José Donoso, pero voy a buscar las mías. Será por palabras...

7.12.05

nur.es

La noticia del día es que hoy me han confirmado que he registrado con éxito el dominio nur.es. Así que, en cuanto me aclare sobre cómo hacer cuatro cosas, es posible que haga unos cuantos cambios.
Tengo la intención de mantener este blog pero, vamos, que algo más podré hacer.
Fíjate, estoy contenta.

2.12.05

Y ahora... ¿A qué te dedicas?

Pues a vivir. A aprender a ser consciente de dónde estoy y a dónde quiero ir. A tomarme las cosas de otra manera. A hablar menos y a escuchar más. A intentar encontrar los perfumes de diciembre. A redescubrir la sonrisa sincera.
Pero, sobre todo, a darme cuenta de todo lo que tengo y a aproximarme a la idea de que lo he conseguido yo y que, si lo tengo, es porque me lo merezco.
Todo este tiempo, aunque no remunerado, va a ser productivo. Eso sí; hacia dentro, no tiene por qué serlo hacia fuera. Como si cultivara mis propios jardines colgantes en un patio de luces.
Mi marido me dijo el otro día que mis ojos brillan. Me temo que es sólo el principio.