De la felicidad y otros menesteres
Como alguno ya sabréis, no me encuentro en mi mejor momento. El tema del trabajo y otros han hecho mella en mi estado de ánimo. Peeeero estoy decidida a no ceder a la tentación de la astenia primaveral y le he plantado cara. Mi primera medida ha sido comprarme camisetas. Menuda gilipollez, pensaréis (con razón), lo que pasa es que estoy intentando frenar mi tendencia de vestirme de negro antes de que el proceso sea irreversible. Las he comprado estampadas, escotadas y de colores escandalosos. Por algo se empieza. También me concedo algún que otro capricho; un acite perfumado que me encanta, unos pendientes que me favorecen y tal... Es un punto de partida. Así que espero que si nos vemos en breve, nadie se ría de mí por llevar una camiseta cantona. No es que me haya vuelto hortera; es que lo necesito.
Cuidado con Oscar Pulitzer
Hace 1 año
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