23.6.08
La noche de las brujas.
Feliz noche.
14.6.08
Información práctica - Calendario de Nur Viajera
Lujos de andar por casa.
13.6.08
Justo lo que necesitaba.
Hoy me he llevado una sorpresa. No ha sido agradable. Básicamente ha consistido en que alguien me ha notificado que me echa de parte de su vida. Es una decisión personal, intransferible y, simplemente comunicada, apoyada por un montón de razones que interpreto totalmente erroneas y muy desacertadas. Me ha parecido una decisión cobarde, pero es que he descubierto hace poco que cuando alguien se comporta de esta manera no vale la pena intentar razonar. En otro momento de mi vida, seguramente, habría gastado gran cantidad de energía en perseguir a esa persona que creo honestamente que se está equivocando, y habría intentado razonar con ella, explicarle cómo veo las cosas, por qué pienso que puede no tener razón. Ojo; a mí se me puede dar por imposible por un montón de motivos... Pero no por esos, joder. No por esos.
Lo que sucede es que ahora mismo tengo muy poquita fuerza, y prefiero reservarla para salir del circo de tres pistas (de burocracia, notarios, vaciar armarios, rellenar formularios o modelos oficiales, hacer algunos planes y reordenar un poco mi vida) en el que se ha convertido mi realidad cotidiana.
Así que he cogido toda mi perplejidad, toda mi sorpresa, toda la rabia que he sentido y me la he envainado. He intentado dejar claro que no estaba de acuerdo, que interpretaba que se trataba de una equivocación, y que si algún día esa persona está dispuesta a discutir sobre ello va a saber dónde encontrarme.Ahora no estoy para perseguir a nadie.
Tal vez dentro de un tiempo mire atrás y me arrepienta de no haber hecho el esfuerzo, de no haber insistido más. No lo creo, porque cuando alguien se marcha dejando una nota o dando un portazo te está diciendo que la decisión está tomada, y que no importa lo que estés dispuesto a hacer. No va a escucharte. Y eso me entristece.
Pero sucede que no estoy para perseguir a nadie.
Ahora mismo estoy para arrebujarme en el sofá, taparme con la mantita y hacerme un ovillo hasta que los gatos vengan a sentarse encima de mí, y ponerme a ver algo en la tele (sin demasiado criterio) hasta que el sueño me venza. Y descansar. Y reponerme. Y centrarme en cosas que me den energía, que me ilusionen.
Yo tengo la vista fija en las vacaciones, que espero que me traigan, al fin, un respiro. Creo que este año me lo he ganado.
5.6.08
Bola
En estas ocasiones, supongo, lo que toca es imaginarlos como un ovillo de lana del que hay que buscar el extremo para ir tirando de él, desliando poquito a poquito, y reducir el tamaño de la bola hasta poder sacarla con una relativa comodidad. Como hacen los gatos con el pelo. No es más que un sistema de limpieza.
No estoy jodida, pero no estoy bien. Me temo que, de momento, no sé encontrar ese cabo. Hoy me he quedado en casa buscándolo.