Creo que si Ferran Adrià se dedicara a la filosofía en vez de a la cocina, habría visto en mi la inspiración para una teoría;
la desconstrucción del pensamiento. Si lo de él parece un batido, pero es una tortilla, lo mío parece cuento, pero es la pura realidad. Aunque a veces no soy tan original. Un beso es siempre un beso. Viva el cocido que sabe a cocido.