30.8.04

Es curioso la de cosas que se le ocurren a una cuando no puede dormir. Aquí estoy, desfragmentando el disco duro. Ojalá pudiera hacer lo mismo con mi cerebro.

22.8.04

El verano se me acaba por momentos. Pasan las horas como los granitos en un reloj de arena. Los miro, los cuento. Dejo que caigan. Dentro de poco me veré contando hojas marchitas en las aceras. Y, al cabo de poco, contaré granitos de arroz.

10.8.04

Mi noche es un cuento animado. El estuco de la pared dibuja finas enredaderas, mientras la cinta del ventilador del techo, mecida por la brisa, parece una inquieta liana. El televisor sin sonido pinta perfiles en el cabezal de la cama. Las sábanas de satén son la superficie de un lago en calma. Mi habitación es un mundo de sombras chinescas, llena de fieras de peluche y de pequeñas hadas, que en lugar de polvos para dormir me rocían con pociones que sólo me permiten soñar despierta.