5.7.05

Muchas neuronas libres

Resulta curioso pensar que vivimos en un universo (que acaso no sea el único) con un número aún indeterminado de sistemas y galaxias, intentando otear qué hay más allá a través de unos tubos metálicos con cristales (enormes, eso sí), o enfocando micros hacia la oscuridad por si oímos algo, que parece que nos inquieta pensar que estamos solitos en el barrio, y todo esto lo referimos a este ahora inexistente, entre todo el tiempo que ha pasado desde que el tiempo es tiempo y el que pasará hasta que deje de serlo. Mires a donde mires, las cosas (espacio, tiempo, materia) tienden a infinito, y de tan grandes y lejanas parece que huyan de mi comprensión. Eso, realmente, causa angustia si lo piensas mucho.

Así que he decidido mosquearme porque no tengo con quien bajar a desayunar.

Creo que no me sienta bien leer a Asimov.

2 comentarios:

Duende dijo...

Bueno, tu caso no es único. Oniric también comentó en su blog acerca de todo ese cacao que bullía por su mente.

Anónimo dijo...

No le eches la culpa a Asimov, que la tenemos .... :-D