8.9.05

Ha pasado un ángel

Rapunzell ha hecho una entrada en su blog que me ha tocado el corazón. A diferencia de ella yo sí tengo una absurda tendencia a la nostalgia y a encerrarme en mí misma. Sí, no paro de hablar y normalmente estoy bastante animada, pero hay algo en mi interior que tira hacia dentro, y una distorsión de la gravedad que no deja salir determinadas cosas.
Una vez, en un cursillo sobre atención al público al que asistí, nos hablaron del control en las situaciones de presión. Algo de lo que tratamos ese día me resultó tremendamente útil; encontrar un momento de paz. Evidentemente, en situaciones de presión, no puedes pedirlo fuera, así que tienes que aprender a hallarlo en el interior. Cuando lo encuentras, no te cabe duda de que ese es tu lugar, de que es un sitio donde estás segura y en calma, y que cuando afrontas los problemas desde ese lugar nada puede salir mal. Parece absurdo y pseudo-místico, lo sé, pero a mí me resulta útil.


Mi momento de paz es la sensación de estar en la bañera llena de agua caliente, sumergida todo lo que pueda, dejando apenas un poco fuera la nariz. El aire huele a incienso indio (Padmini, mi favorito). Tengo los ojos cerrados y suena "Purple", de Crustation. Es una sensación vívida e intensa que dura un abrir y cerrar de ojos; un instante que me ha teletransportado al sitio donde yo necesitaba estar, y que me devuelve al mundo mucho más entera, con la reconfortante sensación de paz y tranquilidad que ha dejado en toda mi piel algo que sólo está en mi mente.


Cuando creo que no puedo soportarlo, ese momento viene a mí y me hace sacar fuerzas de donde creía que no podían haber más. Tal vez eso en realidad no exista, o tal vez pierda mérito por el hecho de que es inducido, pero me recuerda la sensación que Rapun describía.

6 comentarios:

Rapunzell dijo...

Tengo un lugar como ese. Tal vez he hablado antes de ella.

Pertenece a mi primera infancia, cuando mi madre subía a la azotea del edificio a tender la ropa. El viento golpeaba las sábanas, el cielo era muy azul, las losteas del piso muy rojas, las hormigas correteaban de un lugar a otro sin descanso, y el sol calentaba.

Procuro no ir demasiado allí, porque no quiero manchar la foto de tanto sobarla. Pero a veces es necesario :)

. dijo...

Es cierto; pierde el valor cuando se convierte en algo rutinario, pero tampoco creo que se deba escatimar en su uso. No sé para tí, pero para mí no ha perdido un ápice de valor.
Por cierto; ¿te has fijado que momentos más inocentes nos buscamos? Si es que somos de un naïf...

Pucela dijo...

A mi me gustan mucho los símbolos, momentos y recuerdos. Además de algunos momentos de paz, tenía/tengo una "persona de paz", que es un sacerdote carmelita (ya bastante anciano).

Ahora, mi momento de paz ha cambiado: es sobre el que escribí en el post "Ítaca": mis hijos durmiendo en mi casa, consumada la separación y tras la custodia compartida.

Enhorabuena por vuestros momentos relajados (Nur, agua, olor y música; Rapun, primera infancia; curioso, oyes).

. dijo...

Me dejó muy tocada lo que contaste del boli. Fué precioso.
Es curioso; veo que vuestros momentos de paz tienen su explicación en un recuerdo o vivencia clara o concisa. Lo del agua tal vez podría explicarlo, pero no creo que el útero materno huela a incienso ni suene a chill-out....

Anónimo dijo...

>..."Purple", de Crustation...

Huy como te pille la esgae ...

. dijo...

Buf, como hagan una búsqueda en google por tipo de archivo;mp3 creo que esta canción va a ser de lo ultimo que les preocupe ;)