Hoy estoy haciendo un propósito de enmienda. Me he dado cuenta de que hay veces que el mundo no va a mi ritmo, y otras en las que yo no voy al ritmo del mundo. Puede parecer una gilipollez, y asumo que algunos lo veáis así, pero resulta muy frustrante darte cuenta de que es agosto cuando necesitas la actividad frenética de marzo (por decir algo) para luego pasarte en el reajuste, y sentir que has bajado la velocidad más de lo que tocaba, y que sólo te apetece que el mundo frene contigo.
Así pues, y dado que el ritmo del mundo es dificilmente manipulable, hoy tengo un trabajo importante que hacer, que me recuerda a una práctica de coche; en primer lugar no permitirme acelerones y, caso que los hubiese, no permitirme frenazos.
El único problema que le veo al tema es que llevo casi desde que me he levantado mirando el reloj cada pocos minutos, más que nada para darme cuenta de si lo estoy haciendo bien.
Alba Celaya salta con Bamby en abril de 2023
Hace 1 año
2 comentarios:
La palabreja tiene muchas acepciones, a mí me gusta en el sentido que se le da en PNL. Creo que escribí algo de esto en el blog hace tiempo.... (...) Sí, lo hice, pero son cosas tristes. Casi mejor no lo cuelgo, ¿vale?
Tú a tu ritmo. Al mundo ... que le den por el orto ;-)
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