22.8.05

La vuelta al cole

Ya estoy aquí ;)
Supongo que a muchos mis vacaciones se les habrán hecho cortas. Lo cierto es que a mí también, pero debo decir que han sido muy productivas. En primer lugar porque he conseguido desconectar en serio, cosa que hace tiempo que no pasaba. Han habido otros motivos a nivel personal, desde luego, pero tan sólo quiero comentar uno de ellos, que es el que me ha hecho más ilusión: he recuperado mis sueños. No mis metas (ésas siguen ahí, donde las dejé), si no los sueños que se tienen por las noches. Bueno, probablemente no los había perdido, pero era incapaz de recordarlos...
Pero de repente desperté una mañana con un sueño intacto. No era una pesadilla, si no una historia onírica pero coherente (absolutamente utópica, pero eso es lo de menos), maravillosa, llena de detalles y sensaciones; el contacto de una mano, las sombras alargándose en la playa, el cosquilleo que produce un contacto visual inesperadamente intenso, la sensación de dejar el bolso cuando llegas a casa.
Y al día siguiente volví a soñar, y al otro, y al otro también. A veces son imágenes estáticas, a veces son retazos de una historia, a veces es el cuento entero y otras veces sólo me despierto contenta o triste, pero mis noches vuelven a ser mías y siento cómo esa pequeña parcela de mi vida (a la que hacía tantos años que no podía acercarme) está volviendo a la vida, como cuando riego las plantas después de un día de bochorno.
Me gustaría compartir con vosotros la sensación de alegría que eso me provoca, pero no sé cómo hacerlo. Sólo tengo claro que no valoraría tanto mi capacidad de recordar los sueños si siempre hubiesen estado ahí. Ojalá puediera explicar la sensación de intimidad que puede llegar a suponer recuperar algo tan privado como es lo que sucede mientras sueñas.

3 comentarios:

Duende dijo...

Pues yo sigo soñando y me acuerdo de los sueños. No son nada especial, pues uno cada vez se siente más pegado a la Tierra, pero duermo y descanso que no veas ...

. dijo...

Que envidia me dais los dos. Después de pasarme tanto tiempo sin acordarme de qué soñaba ha sido una alegría inmensa recuperar esa capacidad, pero... ¡¡¡Pobrecitos todos esos sueños que se han quedado por el camino, sin que sea consciente si quiera de haberlos tenido...!!! Ains... (os lo tengo dicho, alejad de mi las pastillitas de colores, que luego me dan pajaras raras....)

Anónimo dijo...

¡ Qué curioso ! A mí me está pasando lo mismo: los estoy teniendo buenos y malos, pero muchos los recuerdo.

Está claro que el trabajo mata ;)