16.4.07

¡Por fin!

Hoy ha salido el sol. Será que ha decidido quitarse el abrigo de borrascas y darse un paseo por la ciudad, pero lo cierto es que ha conseguido alegrarme el ánimo, me ha besado la piel y me ha hecho achinar los ojos.
Me gusta el sol y el verano. Me gusta liberarme de las mangas largas y tomar una cerveza en una terraza leyendo un libro, cotilleando como la peor de las marujas qué hace la gente cuando sale a la calle, y divagando sobre cualquier cosa o sobre nada en concreto.
Me gusta que el anochecer no me pille encerrada en casa y disfrutar de los perezosos ocasos e imaginar las primeras estrellas a mi espalda. Y me gusta como la luna, en algunas tardes, se deja adivinar en un cielo azul jironeado de sombras violetas.
Me gusta empezar a pensar en tumbarme al sol y dedicarme curtir mi piel hasta sentirla tirante, y permitir que mi carne se llene de energía mientras me adormezco y sueño en colores brillantes, como con una pátina de plata y reflejos cristalinos.
Me encanta ver a mi marido rojo langosta, cómo su pelo se aclara a ojos vista y como destacan sus ojos verdes en ese conjunto de colores cálidos.
Me gustan las tormentas de verano, con sus rayos y truenos y sus diluvios golpeando con furia mi ventana, canturreando para mi como si de un fado arrullador se tratara.
Ahora sólo falta que lleguen las golondrinas. El día que me despierten con sus silbidos y me llamen desde fuera habrá llegado de verdad la primavera.

3 comentarios:

Ramón dijo...

Qué post más cojonudamente bonito.

Fantine dijo...

Pues habrá que disfrutar de esas pequeñas cosas que comentas este finde! Lo de las cañas en una terracita, cotilleando cual maruja me parece muy buena idea ;)

. dijo...

Impe; solo comparable a tu culo. Iba a decir "sonrisa", pero queda cursi a matar...

Tere; dalo por hecho. Tengo ganas de que lleguéis.