Soy víctima de una extraña malcición: prácticamente todo me interesa. Va en serio; cualquier cosa de la que se hable, si mi estado de ánimo es el adecuado (cosa que sucede con frecuencia) me resulta interesante, consigue atraparme, me invade la sesera por un rato.
Esto tiene ventajas e inconvenientes. Una de las principales ventajas es que, mientras den un reportaje sobre cualquier tema por la tele o tenga un libro a mano, soy muy feliz. Lo mismo da si es sobre historia, física, química, botánica o encaje de bolillos. El principal inconveniente es que me acabo sintiendo una picaflores, sabiendo un poco de todo y mucho de nada.
La mayor parte del tiempo me resigno, pero hay veces que me desespera entender todo lo que me falta por saber. Porque, como es lógico, el tema (el que sea) me interesa, y a penas he empezado con él.
La reflexión, supongo, me lleva a uno de mis muchos miedos; la mediocridad. Muchas veces me siento mediocre; ni tanto ni tan calvo, la lista entre los tontos y la tonta entre los listos. No sé si alguna vez habéis experimentado esta sensación, pero si te paras mucho rato en ella, da como vértigo.
Siento que tengo un montón de puertas abiertas y no me decido por ninguna, me contento con mirar desde ese limbo.
El tema tendría fácil solución si fuese capaz de imponerme prioridades y decidirme a explorar todos los caminos, uno por uno, hasta tener suficiente. Pero es que todos me llaman y nunca sé por cual decidirme, y siempre, sin excepción, hay otro tema.
Y así paso la vida; abriendo puertas y echando vistazos a todo.
Vaya cosa por la que sentirse angustiada...
Alba Celaya salta con Bamby en abril de 2023
Hace 1 año
7 comentarios:
Pues no te angusties, que es mal de muchos... ;-D
Hay demasiadas cosas interesantes como para centrarse en una sola :)
A mí me pasa exactamente lo mismo.
Pero no creo que debas preocuparte, sería maravilloso que pudiésemos vivir nuestra vida de esa manera, sólo que la sociedad no está montada para que así sea.
Entiendo muy bien la sensación, pero el tener tantas posibilidades y tantos caminos que tomar es una gran suerte. Piénsalo, todo al alcance, todo para ser probado, todo para ser experimentado.
Un abrazo
Bienvenida a la diletancia compulsiva. Si consigues salir de ella, házmelo saber. Yo no lo he logrado.
En cuanto a lo que comentas, sacié buena parte de mi curiosidad mientras hacía la carrera, y no me refiero exclusivamente a los estudios que cursé.
Con esa perspectiva y con la visión que te aporta la edad (bueno, tampoco soy tan viejo, je) he acabado por interesarme en unos temas más o menos concretos que me atraen de vez en cuando, aunque la conclusión que saqué con todo esto es que prefiero dedicar mi tiempo a distracciones más mundanas si son satisfactorias. Por ponerte un ejemplo absurdo, conocer el desarrollo embrionario del ornitorrinco es algo que me trae sin cuidado.
Ando en un ciber de Barna ahora y esta noche estaré en el Rondo Culinario. Supongo que ya nos veremos por ahí.
Nuca pense encontrar tanta gente que pensara como yo que curiosa es la red
saludos para todos
Tienes la seguridad de que no hay trabajo que pueda suponerte reto: conoces lo necesario de cada area para poner un pie en la puerta y entrar. Si no lo dominas es porque aun no has encontrado verdadero interés en ello.
Lo que se te da mejor es lo que haces habitualmente. Si no, harías otra cosa.
Si tienes vértigo, quizás estás mirando hacia donde no debes, hacia abajo. Mira al frente, quizá te de mejor perspectiva.
Leyendo estas palabras me ha invadido una bizarra sensación. Me he visto reflejado en ellas, más aun, juzgado y sentenciado mediante una dosi de cruda realidad.
Unsaludo
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