10.10.07

En el centro


La finca en la que vivimos actualmente tiene portero. Es un chico muy majo, muy discreto y muy servicial. No es que sea una vivienda de lujo ni nada por el estilo; es una finca con ocho pisos y cuatro puertas por rellano, todos los pisos son de alquiler y de un mismo propietario, con lo que interpreto que, en cierta manera, su papel es tanto de portero como de vigilante; debe ser los ojos del dueño.
En la finca hay vecinos que llevan aquí deesde que se contruyó el edificio, esto es, unos 35 años. Todos nos han acogido muy bien; las conversaciones de ascensor son de lo más educadas, incluso he tomado café con alguno de ellos. Una comunidad bien avenida.
Eso no quita que la mayor parte tengan algo de "marujas". Vale, yo no me meto con nadie, pero siempre hay historias curiosas a tu alrededor, y hace gracia conocerlas.
Compro cosas por Ebay y llegan a mi casa paquetes de Estados Unidos, Australia y otros puntos de la piel del toro. Hoy me ha llegado un paquete. El paquete era grande y no cabía en el buzón, por lo que el portero lo ha recogido. El embalaje no era demasiado grueso y, con el simple tacto, podía intuírse su contenido. Un látigo. Qué queréis, soy el Ama del Calabozo en determinados ambientes, y eso es parte necesaria de mi disfraz...
No queráis imaginar la media sonrisa del portero cuando me lo ha dado. Estoy segura de que mañana media finca sabrá que, en el fondo y tras la apariencia de niña buena, seria y recatada con la que me visto cada mañana, a mí me va el cuero.

27.9.07

Un diario, scrapbooking, bailes, el horizonte y más

Ultimamente estoy de lo más perro con el blog. Tengo tantas cosas que hacer y que contar que da vergüenza, pero el caso es que me cuesta ponerlo en prosa, negro sobre blanco, tecla a tecla...

Sí debo confesar que un día cogí una libreta en blanco y mi pluma y me puse a escribir. Cositas, tonterías, un pequeño recordatorio, un par de fechas. Y el caso es que me he viciado. Un diario como los de antes, de los que nadie lee, de los que te permite pegar recuerdos y donde no importa si nadie entiende lo que digo. Me sobra y me basta y, en cierta manera, me reconforta. Qué tontería.
Otra cosa que estoy haciendo es algo que en los países anglosajones se llama "scrapbooking", es decir, perder el tiempo forrando cosas de papel, añadiendo cintas, pegatinas y fotos. Sinceramente creo que es como coser, aunque los resultados son bastante mas inmediatos, y resulta igual de relajante. Las manualidades vuelven con fuerza.
Además mi señor marido y yo nos hemos apuntado a bailes de salón. Topicazo donde los haya nos servirá para distraernos un poco, que ya nos conviene. No sé, pasado el verano se me antoja que el otoño se nos va a hacer muy monótono, y esto puede resultar una buena forma de romper la rutina. O no. Ya veremos...
En el horizonte hay dos cosas; el (espero) final de carrera y unas halagüeñas perspectivas laborales. Ya veremos si alguna de las dos cosas acaba cuajando (tecleó ella con la ceja arqueada), pero ambas parecen dulces y apetecibles zanahorias a un palmo de mi morro.
Y, como siempre, un montón de cosas, casos, matices y perlas que me reservo para mí. A veces se hace complicado esto de escribir, sobre todo cuando hay tanto que contar...

8.8.07

En el horizonte

Bueno, han pasado ya algo más de tres meses desde que nos pusimos con el tema del piso, y no puedo más que sentirme orgullosa del resultado. Seamos realistas; el piso es más que correcto, y con el poco dinero que teníamos (bueno, que nos han prestado) hemos podido hacer de él un auténtico hogar.
Sin embargo hay una serie de cosas que me hubiese gustado hacer y que, principalmente, por cuestiones presupuestarias, quedarán indefinidamente en proyecto. Por ejemplo:

El parquet. Adoro andar descalza por casa, y eso, en verano, se puede hacer en casi cualquier sitio. Pero me encanta el parquet, y cuando sea mayor quiero poder andar descalza por mi casa en invierno notando la calidez de la madera bajo mis pies.

Colocar un mural, como los de Kaffeine, en alguna pared de mi casa. Me encantan, producen un efecto espectacular, y como no soy muy amante de los cuadros o láminas (a menos que sean buenos, y esos tampoco entran en presupuesto) me habría encantado colocar alguno, como el de la foto, en el comedor, por ejemplo. Finalmente he optado por hacer un apaño yo misma, y me siento bastante orgullosa del resultado.

Las luces. Por ahora (a falta de presupuesto) tenemos portalámparas y bombillas desnudas. La ventaja es que dan mucha luz, y el inconveniente es que son muy poco estéticas, con la de virguerías y cosas curiosas que hay hoy en día por el mundo...

Otro día os sigo contando...

28.7.07

Debo ser una jardinera del recopón bendito.

Si no, no sé como explicarme esto...



Gracias, Koke y Fer. Le estoy buscando nombre a la planta.

27.7.07

Pocas luces

Media Barcelona ha pasado casi tres días a oscuras, la menda lerenda entre ellos. Y eso, para mí, ha tenido sus cosas buenas, malas y chungas, a saber...

Lo bueno. Han sido tres días de sentirnos unidos (aunque fuera en el cabreo) con nuestros vecinos, de caceroladas, de pasar tardes y noches con los colegas y con mi marido a la luz de las velas, de leer bastante y de dormir más. No parece tan terrible.

Lo malo. Todo lo que tenía en la nevera y el congelador a la basura. Me repatea mucho tirar comida, y tenía guardadas muchas cosas y muy buenas. Moraleja; no dejes para mañana loque puedas comer hoy.

Lo chungo. No voy a poder reclamar a mi seguro los 200 € que me corresponden por la comida perdida ni por las veces que hemos tenido que comer fuera, ni a Fecsa por el tiempo sin servicio ni las molestias, porque los técnicos que nos rehicieron las instalaciones de la luz "olvidaron" presentar el boletín y, amigos, estamos en situación irregular. Eso sí; os aseguro que yo voy a cobrar de alguien. Que empiecen a temblar.

Hasta ahí puedo contar... de momento.

21.7.07

Sugerencia

Debo reconocerlo; últimamente me cuesta bastante esfuerzo ponerme a bucear por la blogosfera.
Esta es una petición que podéis pasar por alto, pero... ¿Por qué no sindicáis vuestros blogs? A mí me iría de perillas poderos fichar a tod@s...

20.7.07

8 cosas que probablemente no sepas sobre mí

Este es el regalo que Fantine me deja en su blog; un reto para que os sorprenda. A ver si lo consigo...

Reglas:

A. Cada jugador comienza con un listado de 8 cosas.
B. Tienen que escribir esas 8 cosas en su blog y junto con las reglas del juego.
C. Tienen que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar y anotar sus nombres o el nombre de su blog.


Y empiezo...

1.- Creo que no hay un día en que no piense en mi abuelo. Le quería horrores. A pesar de que con el tiempo su imagen se va difuminando no olvido la sensación de paz que me transmitía, ni sus inmensos ojos azul eléctrico, ni su calidez. Recuerdo los veranos en la playa, sus pequeños gestos de coquetería, cómo me enseñó a nadar y a cazar mejillones y la pulcritud de su escritorio. El último beso que le dí fué cuando estaba ya en el féretro, antes del funeral. Besé su frente fría y mientras le acariciaba el pelo le deseé un buen viaje, y le prometí que jamás le olvidaría. No creo que pudiese romper esa promesa aunque lo quisiera. Tal vez algún día reúna valor para colgar aquí el escrito que le regalé por su último cumpleaños.

2.- Fantaseo un montón. Tengo tanta práctica en ello que, mientras, puedo ir haciendo otras cosas. Alguna vez se me ha ocurrido compartirlo con alguien como método de relajación. Desconecto y me translado mentalmente al sitio en el que me apetecería estar (Rio en plenos carnavales, y yo siendo la reina, o en un balneario recibiendo todo tipo de mimos, o en un refugio de alta montaña al amor de la lumbre de una chimenea, o tostándome en una playa caribeña con una piña colada en la mano....), haciendo lo que me viene en gana en ese momento. Perfilo todos los detalles que puedo; texturas, sonidos, olores, sabores, temperaturas... Es muy gratificante. Y además sale muy barato.

3.- No puedo "ir" al baño sin poner el calentador. Y esta es una primicia de aire proctomántico; Da lo mismo si s invierno o puro verano. Si no tengo el zumbido del aparatito ese es que no lo consigo. Evidentemente el entorno debe acompañar; puerta cerrada y nadie cerca, ni hablándome, ni un teléfono sonando. Yo sin tiempo y calor no soy nadie.

4.- Tampoco puedo dormirme a gusto si no estoy tapada. Hasta el cuello. Y mejor aún si es con algo un poco pesado; una simple sábana de algodón no sirve. Tengo a mi marido frito... O más bien asado, de hecho.

5.- Creo que soy algo hipocondríaca. Bueno; igual no es exactamente así. El funcionamiento de las cosas en general, y del ser humano en particular, me produce tanta curiosidad que debo (y digo debo) informarme sobre ello, aunque sea sólo un poco. Una vez investigado sobre el asunto enconcreto, sintomatología, posibles antecedentes familiares o de conocidos, etcétera, no puedo por más que sentir que yo también puedo sufrir de eso.

6.- Soy mala. En el fondo soy mala de andar por casa, porque no le deseo (demasiado) mal a (casi) nadie, pero mucha gente se sorprende cuando desato mi lado más cruel, sádico y vengativo. Porque lo tengo, y da mucho suto.

7.- No soporto llorar en público. Al menos entre gente que conozco. Una vez me puse a llorar en medio de un tren atestado de gente; de pura pena, de puro dolor, pero eran lágrimas serenas y liberadoras. Iba sola (todo lo sola que se puede ir en un tren de cercanías lleno), y la gente de mi alrededor me miraba raro, y hubo hasta quien se interesó largo rato por saber si estaba bien. Les contesté que sí, que pocas veces en mi vida me había sentido mejor (cosa absolutamente cierta). Sin embargo, cuando lloro en casa (y no es por una película u otra tontería por el estilo) corro a esconderme de mi marido. El pobre nunca lo ha entendido, aunque lo respete.

8.- Me considero una completa ignorante. No diría que me crea tonta, pero hay veces que me siento así. Vivo rodeada de gente con grandes conocimientos y/o habilidades, gente que (al menos) aparenta estar en paz, sentirse bien, y les envidio profundamente. No sé, creo que debe ser muy reconfortante. Yo no puedo más que sentir un inmenso vacío en muchos sentidos, algo similar a lo que describe Amélie Nothomb en su libro Biografía del hambre, solo que en menos pedante.

Y con esto y un bizcocho les paso el testigo a Beor, Chikago, Duende, Hari, Oniric, Peluche, Porrón y Pucela. A ver con qué me sorprenden...

11.7.07

Muchos días

Es cierto, hace una eternidad que no actualizo.

Excusa nº 1. He tenido problemas varios con el traspaso de los servicios de telefonica a mi nuevo número de teléfono.
Ya se sabe, una cosa que debería ser fácil y rápida se ha convertido en un calvario, todo gracias a la eficiencia de su servicio. Todo ello, claro, hasta que encuentras a alguien que sabe saltarse el guión (¿Ha reiniciado el router? A ver, que lo que quiero es asociar la url de mi ftp a mi nueva línea... Ya, pero... ¿Ha reiniciado el router?). Por fin todo se solucionó.
Excusa nº2. He andado liada. Desde que dimos por cuasi-terminado el piso la cosa ha ido del orden de dos cenas de inauguración por semana, más mi cumple (ya le voy viendo las orejas a los 30...), más cumples de amigos (que parece que todo el mundo haya nacido por estas fechas, coñas), exámenes del trabajo (sí, exámenes, de los que requieren estudiar), más otras miles de cosas.
Excusa nº3. En el fondo todo lo que puedo contar es lo de siempre, aunque con matices.


Las cosas en el trabajo van, en realidad, bien. La apoderada está de vacaiones y me ha quedado todo mi trabajo, todo el suyo, y una parte del del director, que parece que esté ya en plan prevacacional... Aunque en plena actividad (suya) tampoco sea de demasiada ayuda.
Hoy he recibido una felicitación "formal" por su parte (así lo ha puntualizado él mismo) por haber tramitado en dos días un expediente que a ellos les habría costado algunas semanas, y por llevar las rúbricas que son de mi responsabilidad en la oficina por encima de objetivos desde primero de año. Espero que esto se traduzca en una buena valoracióna finales de año, porque de ello va a depender mi variable y empezar a levantar el dedo para alejarme de la terminal. Veremos...
La peor parte es pensar que hoy quedan exactamente dos meses y un día (una eternidad) para poder comenzar las vaciones.
No pienso despedirme sin contar que tengo mis plantitas preciosas, que mis gatos están para comérselos, que mi marido está ensayando para ser nombrado hombre del año (serán los polvillos que le echo en la comida) y que mi piso es precioso. Bendita rutina...

15.6.07

Puntas

En todos los trabajos que conozco hay puntas. Momentos de saturación. Algunos son constructivos y estimulantes, porque suponen retos con resultados a corto plazo. Otros, como el que vivimos ahora en la oficina, es de los chungos. Andamos ahogados de trabajo administrativo, rutinario y desagradecido, que se suma al que tenemos habitualmente. Y en mi caso me encuentro, además, con el hándicap de estar de cara al público, teniendo que esforzarme siempre para ofrecer mi mejor cara.
No me quejo demasiado en serio, que al fin y al cabo es soportable, pero llevo encima un desgaste tanto físico como psicológico muy importante (más o menos el que supone un mes y medio din un día de paz y tranquilidad), y a unos tres meses de las vacaciones.
Y eso, claro, hace que surjan roces a todos los niveles.
Estoy con un estado de ánimo entre la rabia y la abulia; una especie de resaca de un subidón de adrenalina mal sublimado. Uno de esos que no se pasa ni con una buena pedicura.
Claro que eso sólo he podido averiguarlo después de una buena pedicura.

9.6.07

Día 47 - El principio del fin

Pocas veces esta frase tiene connotaciones positivas, pero esta es una de ellas. Señoras y señores, mi precioso pisito empieza a cobrar forma.
Hoy hemos estado dándonos un tute con mis padres, construyéndo el cabecero de la cama. Es una estructura de madera, forrada con lamas como las que se usan a veces para forrar paredes. Ha traído trabajo, porque teníamos que salvar una columna, pero creo que el resultado (que se verá al completo la semana que viene) valdrá con mucho la pena.
Por otra parte mi terraza rebosa vida. He plantado hortalizas, rosales, una gardenia y plantas aromáticas, que están francamente espectaculares. Y los gatos están completamente adaptados, como estas fotos demuestran.
Además hemos empezado a colocar un panel japonés en la entrada, que me da a mí que quedará espectacular.
Por fin (por fin) empiezo a verle el final a la gran aventura de esta mudanza. Y me siento tranquila.


23.5.07

Día 30 - Estacasa es una ruina.

Supongo que todos habréis visto la película. La historia de este piso empieza a recordármela preocupantemente.
Después de mil y una aventuras y desventuras (creo que podría escribir un libro) y gracias a unos amigos que nos ayudaron con la mudanza (valéis un potosí, de verdad) nos hemos mudado, pero seguimos con los problemas, sobre todo con las instalaciones.
Hoy han empezado a instalar las tuberías nuevas del gas. Resulta que como los contadores estaban dados de baja desde hace un tiempo la instalación se tenía que adaptar a la nueva normativa y eso, evidentemente, era demasiado pedir a un piso con 35 años. Así que ya nos veis, a mi marido y a mí haciendo guardias para poder estar en casa con los lampistas, paletas y demás gente del gremio. Hasta aquí vale. Pero es que resulta que la instalación eléctrica tampoco se adapta a la normativa, y para conseguir el certificado hay que hacer toda la tirada de cable nueva. Toda entera. Por canal o con regatas, pro nueva. Y nosotros instalados y viviendo (o intentando vivir) aquí.
A veces las cosas se complican demasiado.
Eso sí; tengo unas amapolas preciosas en el armario.

12.5.07

Día 18. Blanco, gris y naranja.

El piso donde aún vivimos está en la Barceloneta; un barrio de Barcelona ganado por entero al mar, que en un principio estaba destinado a ser una zona residencial de lujo, pero que por problemas de humedades, olores etcétera quedó para gente de clase humilde, casi todos pescadores, que dividieron los impresionantes pisos en dos o cuatro, dando lugar a los conocidos "cuarts de pis" (cuartos de piso), con una superfície media de 45 metros cuadrados. Con el paso de los años se ha convertido en una zona de muchos contrastes; hay una gran cantidad de inmigrantes, la gente del barrio de siempre y mucha juventud, porque se ha convertido en uno de los barrios de moda de la ciudad condal. Sus calles son estrechas (cuando miro por la ventana estoy casi en el comedor de los vecinos de enfrente) y las casas no son muy altas... A pesar de ello en mi piso no entra la luz directa del sol nunca, y tampoco hay mucha claridad, ya que sólo la cocina y el comedor dan a la calle.

En la esquina de debajo de casa hay una panadería, y a menudo me despierto con la casa oliendo a croisants recién horneados.


Blanco, gris y naranja. Estos tres colores son los que hemos elegido para la decoración del comedor. Me apetece aprovechar al máximo la luz y tener sensación de claridad y energía. Poco a poco vamos montando muebles que ahora hay que rellenar con los montones de cosas que vamos metiendo en cajas. Tengo ganas de que llegue el sofá y poder sentarme tranquilamente un rato, a disfrutar de todo el trabajo hecho. Y el que nos queda...

8.5.07

Día 14. Tenemos sofá, mesa y cristales.

Claro, ahora todo el mundo dará por supuesto que en una casa normal hay cristales. Sinceramente yo dudaba que en la mía los hubiese, al menos que fuesen transparentes. Pero no; había cristales. Sólo había que sacar la mierda que tenían encima. Ahora lo que dudo si tengo es brazos y espalda.
Por otra parte ayer compramos el sofá y las sillas. Ambas cosas son chulísimas y cuestan un riñón, pero le darán a aquél espacio casi aséptico más aspecto de casa.
Sé que sonará aburrido decir que estoy cansada, pero es que resulta que ahora que he vuelto a trabajar cada día ficho a las ocho de la mañana, salgo a las tres, como algo y de vuelta al piso, más o menos hasta las ocho y media o las nueve.
Seguramente dentro de tres meses me estaré riendo de todo esto, pero ahora se me está haciendo ya un poco cuesta arriba.

5.5.07

Día 12. Quiero una caladora.

Sí señores; hemos empezado a montar la cocina, y aunque desde hace días vengo apreciando en gran medida la ayuda del desatornillador eléctrico, no me había planteado cuán interesante y útil es tener una caladora.
Mi padre siempre dice que odia el bricolaje (joer, esta primera frase ha quedado casi Forest Gump), pero, sinceramente, no conozco a nadie que odie tanto una determinada labor y tenga todo tipo de herramientas para poder realizarla. Yo creo que es solo una forma de que los demás no le líen, pero por ahora se está portando como un campeón en mi piso. Ayer me ayudó a cortar la encimera a la medida y a ir haciendo los agujeros para la pica. Hoy lo terminaremos, espero.
Para el proyecto de la cocina desoí casi todos los consejos que me fueron dados e insistí en coger la encimera de madera maziza. Cuando la he visto puesta he creído, sinceramente, que no me había equivocado. Queda fabulosa.

3.5.07

Día 10. Yeso, laca y la odisea de una cocina.

Poco a poco el piso va cobrando forma. Eso sí; muy poco a poco. Hoy tocaban los últimos apaños de yeso, rellenando huecos. La verdad es que ha quedado decente, teniendo en cuenta que no soy profesional, casi tanto que me da penita que mi pequeña obra de arte no vaya a ser contemplada y comentada por los futuros visitantes del piso. Qué se le va a hacer.
Lo demás ha sido un poco menos gratificante, aunque hay que sacarle lo positivo; creo que si alguna vez tengo que condenar a alguien que verdaderamente lo merezca a una condena terrible le pondré a decapar. Puede sonar hasta glamuroso, pero os juro que pensar que no puede estar tan mal es uno de los peores errores que podéis cometer. Aceptad un consejo; nunca, JAMÁS os propongáis decapar nada.
La siguiente tortura es la cocina. Es decir; montar la cocina. Es una auténtica locura, pero al menos vas viendo los progresos y eso anima. Hoy hemos terminado una cajonera. Con cajones. Que cierran. Es maravilloso.
Pero os puedo asegurar que lo mejor del día es cuando la vecina que vive en el piso de arriba, justo enfrente (estuve hablando con ella cuando lo de las goteras; desde su fregadero se ve el mío y un trozo de cocina) me ha saludado, y se ha quedado de piedra cuando le he asegurado que no había cambiado el suelo del piso, que sólo había limpiado. Al final la he invitado a bajar para que lo viera, y ha alucinado pepinillos.
Resultan curiosas, estas pequeñas anecdotas. Espero que al final sea lo que menos me cueste recordar. Porque os aseguro que estoy molida.

2.5.07

Día 8 - Entre pintura y vorada.

Lo cierto es que el piso va a buen ritmo, pero todo se me hace eterno. Es lo que pasa cuando tienes muchas ganas y medios limitados. Contamos con el apoyo y fuerza de trabajo de nuestras familias (que parecen tener asumido que son mano de obra barata), que además nos alegran el día (anteayer pintábamos cantando a pleno pulmón "Angelitos negros", entre otros).
Las estrellas estos días están siendo la pintura, de color blanco nuclear, y la vorada, que hace lucir el alicatado como si fuese nuevo. Es cansado y aburrido, pero el resultado es francamente espectacular. Ya casi parece un piso donde vivir.
Mañana nos toca decapar laca de puertas, ventanas y marcos, lacar de nuevo, seguir con suelos y paredes y estar al loro de los transportistas, que nos traen los muebles de la cocina y los electrodomésticos. Tengo que echarle un montón de fotos al piso, más que nada para, dentro de un tiempo, recordarme a mí misma esta odisea.
Algunas cosas son bonitas porque sí. Así, sin maquillaje, sin anestesia, sin adornos. Lo de estos días lo es.

28.4.07

Día 4. Llueve.

Supongo que todos habréis visto el anuncio de ese coche en el que se pone a llover en el interior de un piso. Bien; hoy en el piso nuevo ha sucedido eso, pero a pequeña escala. Señoras y señores, tenemos una fuga.
Creo que hoy he empleado más términos de fontanería y albañilería que en todos los días de mi vida. Debo haber hablado de bajantes, codos, poros y demás como aquellas quinientas veces. Y todo ello mientras achicaba agua.
Y todo ello sucede, como Murphy sabe perfectamente, un viernes antes de un puente.
La parte mala, evidentemente, es que toca estar al loro de ir cambiando cubos y vaciarlos a intervalos regulares. La parte buena es que no pienso preocuparme de pintar la cocina, el baño ni el fregadero. Y que he conocido a casi todos los vecinos de la finca, que se han mostrado encantadores y encantados de conocernos y de opinar que aparentamos ser gente normal, no como los anteriores inquilinos.
Ais, hoy ando un poco desanimada.

Por cierto, que no lo he comentado para que nadie se sienta obligado, pero si alguien piensa aburrirse estos días puede pasarse a echar una mano ;)

27.4.07

Dia 3. Adios a lo viejo.

La verdad es que es una gozada ver como el piso se va transformando, casi como si tuviese voluntad propia y deseara que eso sucediese. Hoy lo hemos vaciado. Casi completamente. A parte de las paredes y el alicatado, solo queda lo que hemos ido dejando nosotros, unos muebles bajos de la cocina (no hemos tenido valor para quitarlos porque sujetan el mármol, pero les doy hasta el lunes) y un montón de suciedad, cortesía de los anteriores inquilinos y de varios meses de abandono. No quedan ni siquiera la mayor parte de los enchufes que, cosas de la vida, han sido misteriosamente arrancados en algún momento anterior a nuestra llegada. Otro gasto inesperado.
Ayer fueron los electrodomésticos y hoy han sido los muebles. Ya los hemos elegido y pagado (qué maravilla, ese ficticio dinero electrónico), y ahora queda limpiar, pintar y empezar a arreglar los desastres de las instalaciones.
Me quedo absorta en ese espacio vacío, el espacio de pedazos de estancias que probablemente tardarán mucho tiempo en volver a ver la luz directa del sol. Cada cachito de pared respira aliviada, amarándose de aire fresco y de ilusiones.
Está siendo una labor de titanes, pero con titanes como los míos ahora mismo no envidio a nadie.

25.4.07

Dia 1. 40 bolsas.

Primer día después del contrato. No os podéis imaginar qué movida. Al final mi madre y marido se han cogido fiesta para ayudarme a jornada completa, mientras mi hermana y mi padre lo han hecho el rato que han podido.
En resumidas cuentas; lo que iba a ser la dura batalla de mí misma contra toda la mierda que había en el piso (que, sin exagerar, estaba de mierda hasta arriba) se ha convertido en un todos a una. Y aún suerte.
Hemos sacado de ahí 40 sacos industriales de porquería de los tipos y orígenes más variados. Desde gayumbos sucios a comida podrida. Absolutamente de todo. Así que entre otras cosas nos hemos encontrado con otra serie de bonitos gastos adicionales, como por ejemplo cambiar la cocina entera.
Según me han comentado una vecina y el portero resulta que los anteriores inquilinos eran unos cerdos. Vivían en unas condiciones deplorables y rodeados de basura, tanta que han causado una plaga de cucarachas en la escalera. Además causaban problemas en la comunidad, no pagaban alquiler ni los suministros, y al final vivían sin luz, gas ni agua corriente. Imaginaos cómo ha quedado ese piso. Lo de menos eran los reguerones de cera por todas partes; se han cargado el cuadro de luces (o eso parece), quemaron media cocina y dejaron el cuarto de baño tan asqueroso que daba auténtico asco. Creo que aunque las fotos hayan salido bien os la ahorraré. Creedme; os hago un favor.

Y mañana más. Estoy contentísima y hecha unos zorros. Valdrá la pena; palabrita.

22.4.07

¡Ole!

¡¡¡El lunes firmamos el contrato del piso nuevo!!!
No, no es el mismo del que os hablaba. Este es un poco menos espectacular, está hecho un desastre y a dos porterías de casa de mis padres.
Pero es un piso amplio, con buena distribución y mucha luz en comedor y dormitorio principal.
Estoy absolutamente eufórica, aunque un poco asustadita. Me queda mucho trabajo por delante. He cogido un par de semanas de vacaciones para poder dedicarle tiempo a la limpieza, las altas de los servicios, la pintura, las chapuzas varias...
Bueno, ya iré glosando la odisea.